domingo, 30 de enero de 2011

RETOS


Los dictan los inicios: el curso escolar, un nuevo año, el cambio de estación. Los imponen, también, los finales: dejar una etapa atrás, superarse u olvidar un diciembre. Nos decimos a nosotros mismos dónde queremos llegar, y establecemos la línea ilusoria que separará los sueños de la realidad. Escribir un libro, sumar ventas, ser el número uno de un ranking, arrebatar unos segundos a un cronómetro, saltar más alto, escalar una montaña, tirarse en paracaídas.

Muchos se basan en la valentía, en la capacidad de aguantar la respiración y dar un paso adelante; otros, necesitan de la constancia, del trabajo conseguido tras la suma de los días. Colman de adrenalina unos momentos únicos: despegar los pies del avión, ver la tierra acercarse a una velocidad vertiginosa, apretar el botón de apertura. Premian su consecución con el júbilo, con la alegría de haber cruzado el límite: presionar las placas con fuerza para detener el tiempo que corre a la contra y leer un registro que habla, en formato numérico, de un logro. Todos ellos llenan de metas el palpitar de quienes no se conforman.

Establecido el punto de llegada, trabajemos duro, apuntalemos las pequeñas conquistas, revistamos de confianza nuestra dedicación pero, ante todo, CREAMOS EN ELLOS.

2 comentarios:

Sabi dijo...

Trabajar duro y confiar! Siempre tienes razón en todo lo que dices y te voy a hacer caso!

Esther dijo...

Y aunque no salga bien o sea más largo de lo esperado... no desfallecer, seguir luchando... al final del túnel SIEMPRE hay una luz... ho sabem les dues que si que hi és!!!!!